Preparación

1. Cortar los solomillos a filetes no muy finos. Con la ayuda de un adulto, dorarlos en una sartén a fuego alto con un chorro de aceite e ir reservándolos en una bandeja.
2. En la misma sartén, poner los champiñones, limpios y cortados. Cocerlos a fuego alto, con un chorro de aceite, hasta que pierdan toda el agua. Reservarlos.
3. En la misma sartén, fundir la miel con la soja, añadir el jugo que ha soltado la carne y reducirlo hasta que coja textura de salsa.
4. Añadir los trozos de solomillo reservados. Hacer que queden muy mojados con la salsa. Integrar todo el conjunto y acabarlo añadiendo los champiñones.

El consejo

Para cambiar un poco la receta, en lugar de preparar la salsa de miel y soja, se puede preparar de mostaza y miel. Solo habrá que mezclar dos cucharadas de mostaza con dos cucharadas de miel y añadir un poco de sal.

Acompañar el solomillo con un poco de arroz y quedará un plato único muy completo.