Bizcocho Castella de té matcha

Por Jordi Bordas

Tipo de plato Postres

Raciones 1 cajón

Vegetariana Sin
lactosa

Ingredientes

374 g de claras de huevo
263 g de azúcar
263 g de yemas de huevo
88 g de miel
263 g de harina
Harina
Producto resultante de la molienda de varios cereales o vegetales ricos en almidón, pero que, en Europa y a base de cultura, ha acabado siendo sinónimo de la molienda de un trigo al que se le han retirado el salvado y el embrión para hacerlo más digestible. Las otras harinas existentes suelen traer adjetivos o complementos para poderlas identificar. Con varias calidades, dependiendo del tipo de trigo, del tratamiento y, sobre todo, de la proporción de gluten que tenga, solemos diferenciar entre la harina de repostería, con poco gluten y, por lo tanto, poco panificable, y la harina panadera, que, precisamente gracias a tener más gluten, acepta la fermentación manteniendo prisionero, de manera espontánea, el gas generado. Son harinas especializadas que orientan a los consumidores después de muchos años de harinas indiferenciadas y que, teóricamente, servían para todo.
floja
56 g de té verde
Té verde
Hojas del árbol del té que, a diferencia del té negro que solemos tomar en Occidente, no han sido sometidas al proceso de oxidación y, por lo tanto, conservan toda la riqueza de antioxidantes —y también de teína, el principio estimulante— de la planta. Simplemente desecado, el té verde es enormemente apreciado en Oriente por su sutilidad y diversidad, tanto en la variante china (desecado por calor) como en la japonesa (desecado con vapor). Curiosamente, es también el ingrediente básico del té con menta de la gastronomía norteafricana.

Básicamente empleado en infusión, que no tiene que llegar nunca a hervir, el té verde ha empezado a entrar, como hierba, en ciertas preparaciones de cocina, especialmente en el momento del postre, precisamente por la sutilidad de sabores y aromas que tiene por el hecho de no haber fermentado y devenido té negro.
matcha
93 g de agua

Bizcocho Castella de té matcha Becky Lawton

Ingredientes

374 g de claras de huevo
263 g de azúcar
263 g de yemas de huevo
88 g de miel
263 g de harina
Harina
Producto resultante de la molienda de varios cereales o vegetales ricos en almidón, pero que, en Europa y a base de cultura, ha acabado siendo sinónimo de la molienda de un trigo al que se le han retirado el salvado y el embrión para hacerlo más digestible. Las otras harinas existentes suelen traer adjetivos o complementos para poderlas identificar. Con varias calidades, dependiendo del tipo de trigo, del tratamiento y, sobre todo, de la proporción de gluten que tenga, solemos diferenciar entre la harina de repostería, con poco gluten y, por lo tanto, poco panificable, y la harina panadera, que, precisamente gracias a tener más gluten, acepta la fermentación manteniendo prisionero, de manera espontánea, el gas generado. Son harinas especializadas que orientan a los consumidores después de muchos años de harinas indiferenciadas y que, teóricamente, servían para todo.
floja
56 g de té verde
Té verde
Hojas del árbol del té que, a diferencia del té negro que solemos tomar en Occidente, no han sido sometidas al proceso de oxidación y, por lo tanto, conservan toda la riqueza de antioxidantes —y también de teína, el principio estimulante— de la planta. Simplemente desecado, el té verde es enormemente apreciado en Oriente por su sutilidad y diversidad, tanto en la variante china (desecado por calor) como en la japonesa (desecado con vapor). Curiosamente, es también el ingrediente básico del té con menta de la gastronomía norteafricana.

Básicamente empleado en infusión, que no tiene que llegar nunca a hervir, el té verde ha empezado a entrar, como hierba, en ciertas preparaciones de cocina, especialmente en el momento del postre, precisamente por la sutilidad de sabores y aromas que tiene por el hecho de no haber fermentado y devenido té negro.
matcha
93 g de agua

Bizcocho Castella de té matcha Becky Lawton

Preparación

Montar las claras a media velocidad. Una vez empiecen a estar esponjosas, añadir el azúcar y continuar montándolas hasta conseguir un merengue bien esponjoso.
A media velocidad, ir añadiendo las yemas despacio para que el batido no baje. Continuar con la miel y acabar añadiendo la harina y el té previamente tamizados. Finalmente, incorporar el agua suavemente.
Forrar con papel de horno un cajón de madera de 35 x 18 x 9 centímetros (puede ser una caja de vino para dos botellas, por ejemplo). Dosificar 1.400 g de bizcocho dentro de manera progresiva, para que no queden grandes burbujas de aire.
Hacerlo cocer al horno ventilado a 150º C, durante 45 minutos.
Una vez frío, cortar porciones individuales y esparcir un poco de té matcha.