1. Hidratar la gelatina en agua fría. En un cazo, calentar el agua y el azúcar hasta que se funda el azúcar y se disuelva bien. Incorporar la gelatina hidratada y escurrida. Dejarlo enfriar a temperatura ambiente.
2. Aparte, escaldar las hojas de menta en agua hirviendo durante 30 segundos. Escurrirlas y enfriarlas rápidamente en agua y hielo. Escurrir las hojas de menta y añadirlas al almíbar, que ya estará a temperatura ambiente. Triturar bien con el túrmix hasta que la menta sea muy pequeña, tiene que quedar de un color verde intenso. Colar el almíbar y reservarlo.
3. Triturar el melón con el almíbar. Verter la mezcla en una bandeja grande, que quede poco grosor, y ponerla en el congelador. Una vez congelado, raspar el granizado con un tenedor, para formar los cristales de hielo. Reservarlo otra vez en el congelador.
4. En el momento de servir el granizado, repartirlo en las copas (mejor si están frías en el congelador) y servir inmediatamente.