Gazpacho de cerezas

Tipo de plato Primeros

Dificultad Baja

Raciones 4-6

Rápida y sencilla Vegana Sin
gluten Sin
lactosa

Ingredientes

700 g de tomates
Tomate
Uno de los frutos que últimamente están sufriendo una evolución y una diversificación más acusadas, con variantes de muchas formas y propiedades que cubren el calendario anual. Nada que ver, ya, con aquellas dos formas básicas, el tomate convencional y el tomatillo, que los colonizadores descubrieron en el imperio azteca y trajeron, en la primera forma, hacia el Mediterráneo, sobre todo a Italia.
rojos
10 g de pimiento
Pimiento
Llegados de su América natal a raíz del descubrimiento de ese continente en las dos formas básicas —dulce y picante—, sería nuestra agricultura la que diferenciaría la variedad más carnosa —el morrón—, destinada a la parrilla o al horno, y la de paredes más delgadas —el llamado 'italiano'—, destinada a la sartén.
rojo
¼ de cebolla tierna
200 g de cerezas
Cereza
Originaria de la región que rodea el mar Negro, parece que el romano Lúculo acercó la cereza al Mediterráneo, al llevarla y popularizarla en Roma, y el rey francés Luis XV mandó optimizar su cultivo para poder satisfacer el gusto que tenía por ella.

Con flores agrupadas en racimos de entre dos y seis unidades, los frutos que resultan suelen ir también pegados en parejas, a pesar de que la variedad picota, grande y jugosa, haya popularizado últimamente la presentación sin rabo. Un pedúnculo que, en infusión, ha sido siempre recomendado como diurético.

Generalmente es redonda y de color oscuro, a pesar de que en nuestros lares todavía sobreviven variedades de colores amarillentos y formas alargadas, como la corazón de paloma y, en otras comarcas, otras más pequeñas y ácidas, como las 'griottes' francesas, que se conservan en aguardiente.
70 g de aceite de oliva virgen extra
cubitos de hielo
1 cucharadita de vinagre de Jerez
sal

Gazpacho de cerezas

Ingredientes

700 g de tomates
Tomate
Uno de los frutos que últimamente están sufriendo una evolución y una diversificación más acusadas, con variantes de muchas formas y propiedades que cubren el calendario anual. Nada que ver, ya, con aquellas dos formas básicas, el tomate convencional y el tomatillo, que los colonizadores descubrieron en el imperio azteca y trajeron, en la primera forma, hacia el Mediterráneo, sobre todo a Italia.
rojos
10 g de pimiento
Pimiento
Llegados de su América natal a raíz del descubrimiento de ese continente en las dos formas básicas —dulce y picante—, sería nuestra agricultura la que diferenciaría la variedad más carnosa —el morrón—, destinada a la parrilla o al horno, y la de paredes más delgadas —el llamado 'italiano'—, destinada a la sartén.
rojo
¼ de cebolla tierna
200 g de cerezas
Cereza
Originaria de la región que rodea el mar Negro, parece que el romano Lúculo acercó la cereza al Mediterráneo, al llevarla y popularizarla en Roma, y el rey francés Luis XV mandó optimizar su cultivo para poder satisfacer el gusto que tenía por ella.

Con flores agrupadas en racimos de entre dos y seis unidades, los frutos que resultan suelen ir también pegados en parejas, a pesar de que la variedad picota, grande y jugosa, haya popularizado últimamente la presentación sin rabo. Un pedúnculo que, en infusión, ha sido siempre recomendado como diurético.

Generalmente es redonda y de color oscuro, a pesar de que en nuestros lares todavía sobreviven variedades de colores amarillentos y formas alargadas, como la corazón de paloma y, en otras comarcas, otras más pequeñas y ácidas, como las 'griottes' francesas, que se conservan en aguardiente.
70 g de aceite de oliva virgen extra
cubitos de hielo
1 cucharadita de vinagre de Jerez
sal

Preparación

Lavar los tomates y el trozo de pimiento rojo y cortarlos en trozos pequeños.
Pelar los tomates rojos.
Sacar el hueso de las cerezas.
Pelar la cebolla tierna y trocearla.
En una batidora, triturar los tomates, el pimiento y la cebolla cortada (añadir algo menos de un cuarto, para valorar el gusto) con un poco del aceite y sal.
Añadir las cerezas, el resto del aceite y el vinagre. Volver a triturar y servir muy frío.

Consejo

Para darle más consistencia, se puede añadir una rebanada de pan. Si se quiere más líquido, un vaso de agua.