Preparación
Preparación
- Limpiar los mejillones. Si hay alguno roto o ya abierto, descartarlo. Limpiarlos bien bajo un chorro de agua del grifo.
- Poner los mejillones en una cazuela ancha con tapa. Como siempre que se usa el fuego, pedir ayuda a un adulto para cocinarlos unos 5 minutos, para que se abran.
- Destaparla y, una vez fríos, sacarlos de las cáscaras. Si alguno tiene barbas, cortarlas con unas tijeras. Cuando estén todos limpios, picarlos.
- Pelar la cebolla y el ajo, y picarlos.
- En una cazuela, sofreír el ajo y la cebolla en la mantequilla, lentamente, unos 10 minutos.
- Añadir la harina y cocerlo sin parar de remover con unas varillas manuales, hasta que coja una textura de bechamel. Añadir un poco de sal.
- Poner la carne triturada de los mejillones e integrarlo bien. Dejarlo enfriar.
- Llenar las cáscaras de los mejillones con la mezcla.
- Para rebozarlos: pasarlos por harina, huevo batido y pan rallado. Tienen que quedar totalmente rebozados.
- Pedir ayuda a un adulto para freír los mejillones en aceite caliente abundante. Cuando estén listos, sacarlos con una espumadera y secarlos de aceite sobre un papel absorbente.
El consejo
- Esta receta se conoce con el nombre de mejillones tigre porque, normalmente, se preparan con guindilla, tabasco o algún ingrediente que los haga muy picantes. Si os gusta el picante, se puede añadir un poco de pimienta al relleno.
- Estos mejillones quedan genial si se sirven como aperitivo.