El huevo poché, o también conocido como huevo escalfado, es una técnica antigua que consiste en cocinar este ingrediente por fuera, de modo que la clara quede cocida y el interior líquido. Se trata de un procedimiento con el que se consigue obtener un huevo diferente, pues puede servir como guarnición, o bien mejora la presentación de platos como cremas o tostadas. Antes, hacer esto requería de cierta experiencia y muchos intentos, ya que se tenía que romper el huevo dentro de una cazuela con agua hirviendo y vinagre, que ayuda a que el ingrediente cuaje, y jugar con una cuchara para que la clara envuelva la yema antes de que se cocine del todo. Hoy en día, afortunadamente, no hace falta esta demostración de habilidades para hacer un huevo esclafado, ya que solo utiliza papel film, aceite, hilo de cocina y, como es evidente, un huevo y se siguen los siguientes pasos:
- Forrar una taza con el papel film, de modo que sus extremos salgan por encima del recipiente. Con aceite, pintar un poco el papel film dentro de la taza.
- Romper el huevo y abocarlo con cuidado dentro de la taza. Podéis añadir sal y especias al gusto o, incluso, otros ingredientes como daditos de jamón.
- Con cuidado, se cierra el papel film formando un saco y se ata con hilo de cocina. Se debe intentar que no quede aire en su interior.
- Colocar el paquete formado dentro de una olla de agua hirviendo suave durante 4 minutos.
- Retirar el paquete de la cazuela con ayuda de una cuchara e introducirlo dentro de un recipiente con agua muy fría para cortar la cocción. Abrir el paquete y ya se obtiene un huevo poché o esclafado.
