Coca de corazones de alcachofa con foie y cebolla caramelizada

Por David Caballero

Tipo de plato Segundos

Dificultad Baja

Tiempo 30

Raciones 4

Rápida y sencilla

Ingredientes

1 paquete de pasta de hojaldre
1 huevo (para pintar la pasta de hojaldre)
12 corazones de alcachofa
Alcachofa
Considerada erróneamente una flor, la alcachofa es una inflorescencia, un conjunto de pequeñas flores en forma de tubo (la pelusa que tienen en la parte interior) rodeado de hojas protectoras (brácteas), las que vamos eliminando aprovechando la parte basal. Una inflorescencia que se cosecha cuando la flor todavía no ha empezado a abrirse. Aportada a nuestra gastronomía por los árabes, conviene recordar su naturaleza para entender que, al comprarla, tiene que ser cuanto más cerrada y de punta redondeada, mejor (será más tierna). Igualmente, cuanto más pequeña sea en relación con el troncho, también será más tierna. La parte superior de dicho troncho, debidamente pelada, también es comestible. En la preparación, si no la hacemos a la brasa, conviene eliminar las hojas exteriores, más duras, rompiéndolas por la base. De este modo, la parte tierna quedará pegada al corazón.
250 g de foie fresco cortado en ocho trozos
2 cebollas de Figueras cortadas a la juliana
1 vasito de moscatel o pedro ximenes
5 ramas de cebollino
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra
sal de Maldon

Coca de corazones de alcachofa con foie y cebolla caramelizada Míriam Rapado

1 paquete de pasta de hojaldre
1 huevo (para pintar la pasta de hojaldre)
12 corazones de alcachofa
Alcachofa
Considerada erróneamente una flor, la alcachofa es una inflorescencia, un conjunto de pequeñas flores en forma de tubo (la pelusa que tienen en la parte interior) rodeado de hojas protectoras (brácteas), las que vamos eliminando aprovechando la parte basal. Una inflorescencia que se cosecha cuando la flor todavía no ha empezado a abrirse. Aportada a nuestra gastronomía por los árabes, conviene recordar su naturaleza para entender que, al comprarla, tiene que ser cuanto más cerrada y de punta redondeada, mejor (será más tierna). Igualmente, cuanto más pequeña sea en relación con el troncho, también será más tierna. La parte superior de dicho troncho, debidamente pelada, también es comestible. En la preparación, si no la hacemos a la brasa, conviene eliminar las hojas exteriores, más duras, rompiéndolas por la base. De este modo, la parte tierna quedará pegada al corazón.
250 g de foie fresco cortado en ocho trozos
2 cebollas de Figueras cortadas a la juliana
1 vasito de moscatel o pedro ximenes
5 ramas de cebollino
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta negra
sal de Maldon

Cortar la pasta de hojaldre en cuatro piezas rectangulares de unos 15 x 7 cm. Pintar con huevo y hacer unos agujeros para que no crezca en exceso.
Cocer en el horno a 180 ºC, 15 min, hasta que esté dorada y crujiente.
Cortar los corazones de alcachofa en láminas finas y saltar en el aceire de oliva hasta que estén tiernos; salpimentar.
Cocer la cebolla a fuego lento en una cazuela con un poco de aceite y sal, hasta que quede translúcida. Poner el moscatel, reducir y caramelizar la cebolla. Reservar.
En una paella, marcar los trozos de foie sin nada de aceite por los dos lados, hasta que estén cocidos (no mucho), dorados; salpimentaa. Sacaa y poner sobre papel absorbente para que pierdan la grasa.
Encima de la coca, montar una cama de cebolla caramelizada; por encima, poner dos trozos de foie, separados, y llenar los agujeros donde no hay el foie con la alcachofa saltada.
Acabar la coca con el cebollino picado y un poco de sal de Maldon por encima.

Consejo: Podéis cocer la pasta de hoja entre dos papeles de horno y dos bandejas, para que os quede muy plana.