Ostras con vinagreta

Por Carme Ruscalleda

Estas fiestas, recuperamos la alegría con buena cocina (Mercabarna, Nadal 2020)

Tipo de plato Primeros

Dificultad Baja

Tiempo 20

Raciones 4

Rápida y sencilla Sin
gluten Sin
lactosa

24 ostras
Ostra
Apreciada desde los tiempos de la prehistoria, como lo certifican las acumulaciones de caparazones de ciertos yacimientos arqueológicos, las ostras fueron muy valoradas por los romanos y los galos, que empezaron a cultivarlas en escabeche. Con la temporada desde septiembre hasta abril (los meses con erre), las ostras se han convertido en un ingrediente imprescindible de las mesas navideñas y de Nochevieja. De las variedades existentes, la verde, de forma redonda, es la más valorada, pero también la más cara. Otras variedades, como la portuguesa o la ostrón, de forma más alargada, también pueden cumplir el cometido. Para guardarlas y presentarlas, conviene recordar que la parte cóncava tiene que estar debajo, para retener el líquido que contienen.
, muy frescas y acabadas de abrir

Para la vinagreta:

2 zanahorias
Zanahoria
Nabo de reserva de la planta bianual que parece que era habitual en Asia central cuando todavía era de color malva y con una consistencia absolutamente fibrosa. Una mutación le dio el color claro y las atenciones de los cocineros la fueron transformando hasta convertirla, a mediados del siglo XIX, en el producto imprescindible de la cocina que es hoy. Vendida a menudo con las hojas, para darle un aspecto más natural, conviene eliminarlas para evitar la excesiva evaporación que, a través de ellas, se produce y las mustia. La misma razón por la que conviene guardarlas en la nevera en una bolsa, pero sin cerrarla del todo. Con la parte central, el eje de la raíz, más coriácea y que, para ciertos preparados, se tiene que eliminar, constituyen una fuente excelente de vitaminas, incluso cocidas, puesto que la vitamina A, buena para la vista, no se destruye. Crudas, además, aportan mucha vitamina C.
, a daditos
4 calçots (la parte blanca), a daditos
200 ml de vino blanco seco
100 ml de zumo de limón
80 ml de vinagre de Jerez
sal
pimienta blanca

Ostras con vinagreta Getty Images

24 ostras
Ostra
Apreciada desde los tiempos de la prehistoria, como lo certifican las acumulaciones de caparazones de ciertos yacimientos arqueológicos, las ostras fueron muy valoradas por los romanos y los galos, que empezaron a cultivarlas en escabeche. Con la temporada desde septiembre hasta abril (los meses con erre), las ostras se han convertido en un ingrediente imprescindible de las mesas navideñas y de Nochevieja. De las variedades existentes, la verde, de forma redonda, es la más valorada, pero también la más cara. Otras variedades, como la portuguesa o la ostrón, de forma más alargada, también pueden cumplir el cometido. Para guardarlas y presentarlas, conviene recordar que la parte cóncava tiene que estar debajo, para retener el líquido que contienen.
, muy frescas y acabadas de abrir

Para la vinagreta:

2 zanahorias
Zanahoria
Nabo de reserva de la planta bianual que parece que era habitual en Asia central cuando todavía era de color malva y con una consistencia absolutamente fibrosa. Una mutación le dio el color claro y las atenciones de los cocineros la fueron transformando hasta convertirla, a mediados del siglo XIX, en el producto imprescindible de la cocina que es hoy. Vendida a menudo con las hojas, para darle un aspecto más natural, conviene eliminarlas para evitar la excesiva evaporación que, a través de ellas, se produce y las mustia. La misma razón por la que conviene guardarlas en la nevera en una bolsa, pero sin cerrarla del todo. Con la parte central, el eje de la raíz, más coriácea y que, para ciertos preparados, se tiene que eliminar, constituyen una fuente excelente de vitaminas, incluso cocidas, puesto que la vitamina A, buena para la vista, no se destruye. Crudas, además, aportan mucha vitamina C.
, a daditos
4 calçots (la parte blanca), a daditos
200 ml de vino blanco seco
100 ml de zumo de limón
80 ml de vinagre de Jerez
sal
pimienta blanca

Mezclar los dados de zanahoria y de calçot con el resto de ingredientes y reservar en la nevera.
Presentar las ostras muy frescas y abiertas con la vinagreta en un bol aparte para que cada comensal las aliñe a su gusto.