Quinoa con leche de soja y anís

Por Gemma Clofent

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Vegana Sin
gluten Sin
lactosa

Ingredientes

1 taza de quinoa
Quinoa
Cereal originario de la meseta andina, donde, antes de la llegada de los españoles, era un alimento fundamental, combinado con la patata. Prohibido por los conquistadores, que llegaban a cortar las manos a quienes lo cultivaban, estaba casi perdido, dedicado exclusivamente a la McKinley, cuando decidieron recuperarlo en Colorado. Dietéticamente interesante por el porcentaje y la calidad de las proteínas, más abundantes y mejor equilibradas en los granos pequeños que en el resto de cereales. De cocción bastante rápida (15 minutos), si valoramos que es una semilla, no tiene tendencia a empastarse, hecho que la hace ideal para incorporar en ensaladas y sopas. Sólo una precaución: lavadla a fondo antes de cocerla. La saponina superficial de la semilla amarga y, si no se ha lavado bien antes de envasarla, puede dar un regusto amargo.
2 tazas de agua
3 tazas de leche de soja
1 anís
Anís
Aguardiente fruto de la maceración en alcohol de destilar de varias plantas aromáticas, con predominio de las semillas de anís. Pertenece a una familia de bebidas espirituosas mediterráneas (la legislación comunitaria no las considera aguardientes, al no haber fermentación alcohólica), inicialmente transparentes y que adquieren una tonalidad blanquecina cuando se mezclan con agua, gracias a la presencia del anetol aportado por la planta de anís. Tiene dos categorías principales: el dulce, con una graduación de 30 º, y el seco, que llega a los 50 º. Es un ingrediente fundamental de la mezcla entre los trajineros y los carajillos de nuestra revolución industrial, y sigue teniendo categoría de bebida humilde, rescatada, sólo, para dar un toque perfumado a buena parte de nuestra pastelería tradicional, especialmente en la Cataluña Nueva.
estrellado
100 g de azúcar

Quinoa con leche de soja y anís Gemma Clofent

Ingredientes

1 taza de quinoa
Quinoa
Cereal originario de la meseta andina, donde, antes de la llegada de los españoles, era un alimento fundamental, combinado con la patata. Prohibido por los conquistadores, que llegaban a cortar las manos a quienes lo cultivaban, estaba casi perdido, dedicado exclusivamente a la McKinley, cuando decidieron recuperarlo en Colorado. Dietéticamente interesante por el porcentaje y la calidad de las proteínas, más abundantes y mejor equilibradas en los granos pequeños que en el resto de cereales. De cocción bastante rápida (15 minutos), si valoramos que es una semilla, no tiene tendencia a empastarse, hecho que la hace ideal para incorporar en ensaladas y sopas. Sólo una precaución: lavadla a fondo antes de cocerla. La saponina superficial de la semilla amarga y, si no se ha lavado bien antes de envasarla, puede dar un regusto amargo.
2 tazas de agua
3 tazas de leche de soja
1 anís
Anís
Aguardiente fruto de la maceración en alcohol de destilar de varias plantas aromáticas, con predominio de las semillas de anís. Pertenece a una familia de bebidas espirituosas mediterráneas (la legislación comunitaria no las considera aguardientes, al no haber fermentación alcohólica), inicialmente transparentes y que adquieren una tonalidad blanquecina cuando se mezclan con agua, gracias a la presencia del anetol aportado por la planta de anís. Tiene dos categorías principales: el dulce, con una graduación de 30 º, y el seco, que llega a los 50 º. Es un ingrediente fundamental de la mezcla entre los trajineros y los carajillos de nuestra revolución industrial, y sigue teniendo categoría de bebida humilde, rescatada, sólo, para dar un toque perfumado a buena parte de nuestra pastelería tradicional, especialmente en la Cataluña Nueva.
estrellado
100 g de azúcar

Quinoa con leche de soja y anís Gemma Clofent

Preparación

Lavar bien la quinoa, enjuagándola bajo el grifo con la ayuda de un colador.
Poner la mitad de la leche de soja a infusionar en un cazo al fuego con el anís estrellado. Cuando empiece a hervir, sacar el anís y reservar.
Poner la quinoa con el agua en un cazo al fuego. Cuando empiece a hervir, añadir la leche infusionada con el anís y dejarlo cocer a fuego bajo unos 20 minutos. Añadir el resto de la leche de soja y el azúcar y dejarlo cocer unos 10 minutos más a fuego bajo, removiéndolo de vez en cuando. Cuando tenga el punto de espesor deseado, verterlo sobre una bandeja y dejarlo enfriar.
Servir frío de nevera con, opcionalmente, un poco de anís en polvo espolvoreado por encima.