Carpaccio de piña con kirsch

Por Xavier Mestres

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Tiempo 20

Raciones 4

Rápida y sencilla Vegana Sin
gluten Sin
lactosa

Ingredientes

Para decorar:

moras, brotes de eneldo
Eneldo
El perfume de esta hierba recuerda, como el del hinojo, al anís. Su uso se conoce desde antes de la Edad Media, cuando se consideraba que esta hierba tenía el poder de proteger de la brujería. La planta hace unos 30 cm, tiene un tronco frágil y unas hojas finas, con forma de aguja, de flores amarillas, muy pequeñas. En la cocina, combina a la perfección con pescados de carne grasa como el salmón, con vegetales como el pepino o la remolacha, con productos lácteos como el yogur, la nata o quesos frescos, con mariscos como la langosta o el bogavante, con huevos y con ensaladas y sopas. Es mejor romper las hojas a mano que no con el cuchillo. Ponedlo siempre en el último momento en las cocciones, para que no pierda su aroma. Y si hacéis una vinagreta, haced la justa, porque la acidez del vinagre o el limón lo oscurece rápidamente y le hace perder el aroma.
fresco o menta fresca

Carpaccio de piña con kirsch

Para decorar:

moras, brotes de eneldo
Eneldo
El perfume de esta hierba recuerda, como el del hinojo, al anís. Su uso se conoce desde antes de la Edad Media, cuando se consideraba que esta hierba tenía el poder de proteger de la brujería. La planta hace unos 30 cm, tiene un tronco frágil y unas hojas finas, con forma de aguja, de flores amarillas, muy pequeñas. En la cocina, combina a la perfección con pescados de carne grasa como el salmón, con vegetales como el pepino o la remolacha, con productos lácteos como el yogur, la nata o quesos frescos, con mariscos como la langosta o el bogavante, con huevos y con ensaladas y sopas. Es mejor romper las hojas a mano que no con el cuchillo. Ponedlo siempre en el último momento en las cocciones, para que no pierda su aroma. Y si hacéis una vinagreta, haced la justa, porque la acidez del vinagre o el limón lo oscurece rápidamente y le hace perder el aroma.
fresco o menta fresca

Pelar una piña y cortarla a rodajas muy finas con una cortadora de embutidos.
Disponerla alternándola con capas de azúcar en un bol de vidrio y dejarla 12 h en la nevera. Se obtendrá un tipo de almíbar frío.
Montaje: escurrir la piña y repartirla en platos individuales. Mezclar un poco de almíbar con kirsch u otro licor que guste y regar la piña. Decorar opcionalmente el plato con frutas rojas, moras, eneldo fresco u hojas de menta fresca.