Flan de azafrán con cerezas salteadas

Por Gemma Clofent

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Raciones 4-6

Vegetariana Sin
gluten

Ingredientes

500 ml de leche
4 huevos
100 g de azúcar
0,5 g de azafrán
1 piel de limón
Limón
Originario de la Asia más lejana e introducido en la península Ibérica por los árabes en el siglo XI, después de haberlo aclimatado al Mediterráneo, el limón no accedió a la cocina hasta muy entrado el siglo XV, para sustituir el agraz (zumo de uva verde) en muchos preparados. A partir de aquí, su expansión lo llevó hasta el contintento americano, con Colón, en su segundo viaje. Con variedades de medida y acidez variables, el limón tiene buena parte de los aromas y los aceites esenciales concentrados en las pequeñas ampollas de su coloreada piel, en contraste con la aspereza que suele conferir la pulpa. De ahí que muchas recetas gastronómicas prefieran esta piel delgada (el 'zeste', como la llaman los franceses) y no el zumo, destinado preferentemente a tareas de maceración. Por otro lado, una opción interesante y a la vez emergente, aunque poco conocida, es la de los limones confitados con sal, que nos llegan de la cultura norteafricana.
rallada
caramelo líquido
cerezas
azúcar

Flan de azafrán con cerezas salteadas Gemma Clofent

500 ml de leche
4 huevos
100 g de azúcar
0,5 g de azafrán
1 piel de limón
Limón
Originario de la Asia más lejana e introducido en la península Ibérica por los árabes en el siglo XI, después de haberlo aclimatado al Mediterráneo, el limón no accedió a la cocina hasta muy entrado el siglo XV, para sustituir el agraz (zumo de uva verde) en muchos preparados. A partir de aquí, su expansión lo llevó hasta el contintento americano, con Colón, en su segundo viaje. Con variedades de medida y acidez variables, el limón tiene buena parte de los aromas y los aceites esenciales concentrados en las pequeñas ampollas de su coloreada piel, en contraste con la aspereza que suele conferir la pulpa. De ahí que muchas recetas gastronómicas prefieran esta piel delgada (el 'zeste', como la llaman los franceses) y no el zumo, destinado preferentemente a tareas de maceración. Por otro lado, una opción interesante y a la vez emergente, aunque poco conocida, es la de los limones confitados con sal, que nos llegan de la cultura norteafricana.
rallada
caramelo líquido
cerezas
azúcar

En un cazo, poner la leche, el azúcar, el azafrán y la piel de limón. Poner el cazo en el fuego hasta que empiece a hervir. Apagar el fuego, taparlo y dejarlo infusionar 15 minutos. Colarlo.
Incorporar los huevos y triturar con el túrmix.
Repartir la mezcla en flaneras individuales untadas con el caramelo líquido.
Ponerlas en una bandeja y taparlas con papel de aluminio. Cocerlas al baño María a 160 ºC durante 30 minutos. Dejarlo enfriar.
Sacar los huesos de las cerezas y cortarlas por la mitad. Saltearlas en una sartén un par de minutos con una cucharada de azúcar. Reservar.
Desmoldar el flan y servirlo acompañado de las cerezas salteadas.