Flan de requesón

Por Ada Parellada

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Sin
gluten

Ingredientes

4 huevos
400 g de requesón
400 g de nata
Nata
A pesar de designar, en realidad, la materia grasa emulsionada (la crema) de la leche, que, al reposar, sube parcialmente a la superficie, el concepto 'nata' se suele asociar más con el resultado de montar esta crema en frío, a mano o a máquina, para incorporarle pequeñas burbujas de aire, que le dan esponjosidad. E incluso, a menudo, con el invento que hizo el mítico cocinero francés Vattel, batiéndola con azúcar en polvo y perfumándola con vainilla, para hacer lo que los franceses denominan 'chantilly'. A pesar de que, en 1931, Charlie Goetz empezó a experimentar con anhídrido carbónico y monóxido de nitrógeno para producirla de manera industrial e instantánea, no sería hasta 1948 que esta técnica sacó al mercado los primeros esprays de nata montada, que se han decantado por el segundo tipo de gas, puesto que el primero acidificaba ligeramente el resultado.
líquida
200 g de leche condensada
Leche condensada
Preparado hijo de la leche evaporada, que ya elaboraban los antiguos mongoles dejándola al sol, y que Nicolás Appert experimentó con éxito en 1820 como un proceso más para conseguir alimentos de larga conservación, y que, en los EE.UU., se fabricó con el nombre de Highland Evaporated Cream.

La leche condensada también es norteamericana —de 1865— y estaba destinada a alimentar las tropas durante la Guerra de Secesión. Está hecha a base de retirar agua de la leche de vaca para añadir hasta un 60% de azúcar, convirtiéndola en un jarabe espeso, fácil de conservar y de color blanco roto, que, tradicionalmente, se consume esparciéndolo en una rebanada de pan o como complemento del café. En bote o en tubo, fue apreciada durante la posguerra y se usa en preparados de repostería caseros. Pero su uso inicial, hacer leche añadiendo agua, casi se ha olvidado.
100 ml de leche

Para el caramelo:

100 g de azúcar
50 ml de agua

Ingredientes

4 huevos
400 g de requesón
400 g de nata
Nata
A pesar de designar, en realidad, la materia grasa emulsionada (la crema) de la leche, que, al reposar, sube parcialmente a la superficie, el concepto 'nata' se suele asociar más con el resultado de montar esta crema en frío, a mano o a máquina, para incorporarle pequeñas burbujas de aire, que le dan esponjosidad. E incluso, a menudo, con el invento que hizo el mítico cocinero francés Vattel, batiéndola con azúcar en polvo y perfumándola con vainilla, para hacer lo que los franceses denominan 'chantilly'. A pesar de que, en 1931, Charlie Goetz empezó a experimentar con anhídrido carbónico y monóxido de nitrógeno para producirla de manera industrial e instantánea, no sería hasta 1948 que esta técnica sacó al mercado los primeros esprays de nata montada, que se han decantado por el segundo tipo de gas, puesto que el primero acidificaba ligeramente el resultado.
líquida
200 g de leche condensada
Leche condensada
Preparado hijo de la leche evaporada, que ya elaboraban los antiguos mongoles dejándola al sol, y que Nicolás Appert experimentó con éxito en 1820 como un proceso más para conseguir alimentos de larga conservación, y que, en los EE.UU., se fabricó con el nombre de Highland Evaporated Cream.

La leche condensada también es norteamericana —de 1865— y estaba destinada a alimentar las tropas durante la Guerra de Secesión. Está hecha a base de retirar agua de la leche de vaca para añadir hasta un 60% de azúcar, convirtiéndola en un jarabe espeso, fácil de conservar y de color blanco roto, que, tradicionalmente, se consume esparciéndolo en una rebanada de pan o como complemento del café. En bote o en tubo, fue apreciada durante la posguerra y se usa en preparados de repostería caseros. Pero su uso inicial, hacer leche añadiendo agua, casi se ha olvidado.
100 ml de leche

Para el caramelo:

100 g de azúcar
50 ml de agua

Preparación

Para empezar, pedir ayuda a un adulto para fundir el azúcar con el agua en una cazuela, hasta que coja un tono de caramelo.
Con mucho cuidado para no quemarnos, poner un poco de caramelo en los moldes de flan individuales y colocarlos en una bandeja honda de horno.
Batir todos los ingredientes del flan y verter la mezcla en los moldes individuales.
Llenar la bandeja de horno con agua y cocer los flanes al baño María, a 150 ºC, durante 90 minutos.
Guardar los flanes de requesón en la nevera hasta el momento de servirlos, que será el momento de desmoldarlos.

El consejo

Los flanes de requesón se pueden decorar con un poco de fruta. Quedarán fantásticos con moras, trocitos de kiwi, de mandarina o de naranja.

En lugar de usar los clásicos moldes para flan de acero inoxidable, pueden usarse los de silicona. Hay algunos que van con tapa y resultan muy prácticos, porque permiten conservar los flanes en la nevera cómodamente.